... cuales estudiaban gramática en el estudio de la Compañía de Jesús; iban con autoridad, con ayo y con pajes, que les llevaban los libros y aquel que llaman vademécum. El verlos ir con tanto aparato ...
... casi ha volado también. Y por último, ha perecido mi pobre eunuco, aquel buen servidor que fué ayo de mi hija. Pero tú no tuviste la culpa, y mal podrías remediarlo ahora. Todo nos ha ocurrido ...
... dijeron, con voces mohínas, sisando palabras:-Seidor.-So compadre -respondió mi ayo.Sentáronse, y para preguntar quién era yo, no hablaron palabra, sino el uno miró a Matorrales, y abriendo la boca ...
... memorables victorias por la parte de Huéscar y de Almería (bien que perdiendo delante de Seron a su ayo y amigo el célebre Luis Quijada); redujo o aniquiló a los moriscos de todas aquellas tierras ...
... sol asegura, ¿qué preguntas? ENRIQUEVos decís que me amáis, ¡y permitís 45que me vaya LEONORAEs el temor, ayo cruel del honor, y el sol que a nacer empieza, en su misma luz tropieza por descubrir ...
... esto que voy diciendo es un desatino mayor todavía... Si me gustan los chiquillos y tengo vocación de ayo o niñero, ¿quién me priva de cuidar a los que andan descalzos por las carreteras, pidiendo ...
... de que habíadado con el que buscaba.Hallábase Raúl a la mesa con el conde de Guiche y su ayo, pero lasombría aventura de aquella mañana, había infundido a los jóvenes unatristeza que en vano ...
... , y a Marcelo, espada, y el mismo Aníbal solía decir que a Fabio le temía como a ayo, y a Marcelo, como a antagonista; porque de aquel era contenido para que no hiciese daño, y de éste lo recibía. X ...
... buen maestro, la crianza política y militar de su nieto D. Fernando, dándole por ayo al célebre Boscan para la moral y literaria. Era entonces la profesión de las armas patrimonio de la Casa de Alba ...
... capas a las mujeres hacíamos reverencias, que se huelgan con ellas y con las paternidades mucho. A uno decía mi buen ayo: «Mañana me traen dineros»; a otro: «Aguárdeme V. Md. un día, que me trae ...
... que de Alcibíades sabemos quién fue su ama de leche, que lo fue una Lacedemonia llamada Amicla, y que fue su ayo Zópiro, dándonos de lo uno razón Antístenes y de lo otro Platón. Acerca de la belleza ...
... a conseguirlo. Murió sin tener el gusto de verme escribir. Ya me había buscado un ayo, y la cosa iba de veras, cuando cierto accidentillo lo descompuso todo.-¿Cuáles fueron sus primeras lecciones ...
... su cuenta el Ministro bávaro, conde de Spaur, que viajaba con su señora y familia menuda. Con el carácter de ayo de los niños salvó Pío IX felizmente la distancia entre Albano y la frontera de Nápoles ...
... sol asegura, ¿qué preguntas? ENRIQUEVos decís que me amáis, ¡y permitís 45que me vaya LEONORAEs el temor, ayo cruel del honor, y el sol que a nacer empieza, en su misma luz tropieza por descubrir ...
... por su padre, ambos espa& 241;oles; Juan Veda, natural de Valencia, que era a modo de ayo suyo, y Francisco Remolino de Ilerda, casi de su misma edad. Gustaba especialmente de los estudios literarios ...
... don Jofre, cerca del Mercado, en una plaza llamada de los Borjas. Un tal Antonio Nogueroles era su maestro y ayo, y le daba el pecho una mujer apodada la Villena. Todos le llamaban Rodriguet, y jugaba ...
... buscar: que le quiero más que al alma por quien vivo, más que a los ojos que tengo. Desde su pequeña edad, fui su ayo y su maestro, 75y del templo de la fama le enseñé el camino estrecho; encaminéle ...
... el alero del tejado.El claustro alberga los sepulcros de los Siete Infantes de Lara y el de su ayo, Nuño Salido; en el portaleio, mientras tanto, se alinean los de las reinas Toda (esposa de Sancho I ...
5.294 palabras
Este sitio web utiliza cookies, propias y de terceros con la finalidad de obtener información estadística en base a los datos de navegación. Si continúa navegando, se entiende que acepta su uso y en caso de no aceptar su instalación deberá visitar el apartado de información, donde le explicamos la forma de eliminarlas o rechazarlas.
Aceptar |
Más información